Los alumnos de 1º BAT del Colegio Diocesano Santo Domingo iniciamos el pasado 14 de marzo nuestro esperado viaje de estudios a Italia.
Una semana fuera de nuestro entorno, intensa y pasada por agua, en la que el tiempo no nos acompañó. Pero esto no hizo que cambiara nada, es más, lo convirtió en un viaje diferente.
En Venecia pudimos disfrutar de un paseo en góndola bajo la lluvia que provocó la poca afluencia de visitantes. Tanto el paseo en góndola como en vaporetto es típico y obligatorio si se desea conocer Venecia y contemplar sus preciosas vistas.
También fue curioso pasear por las calles de Venecia sobre unas pasarelas elevadas de madera, puesto que había subido el nivel del mar. Un acontecimiento que no se ve todos los días.
La celebración de la Palabra en San Marco nos ayudó a iniciar incluso con más fuerza nuestro viaje, recordándonos nuestra identidad como colegio católico.
Otro aspecto diferente, pero a la vez singular y exclusivo, fue visitar Pisa de noche. Allí conseguimos unas fotos muy originales bajo la famosa torre inclinada, iluminada por la luna.
Nos sorprendieron los grandes museos de Florencia. En los que pudimos contemplar el famoso David de Miguel Ángel y, para hacer más entretenida la visita a la Galería Uffizi, participamos en un juego en el que había que “hacerse” un selfie con los cuadros más importantes. Pero sin duda, nos fascinó el puente Vecchio, que lo hizo aún más especial e inolvidable cuando bailamos y cantamos todos juntos ‘Soldadito marinero’ junto a un músico que estaba cantando allí. Son estos pequeños momentos los que hacen que nos sintamos una familia.
Aunque estábamos cansados y desganados, debido a la lluvia, marchamos hacia Siena, donde, poco a poco, su conjunto histórico nos fue cautivando y nos dejó con ganas de más. De ahí nos dirigimos hacia Asís, una preciosa y tranquila ciudad en la que visitamos la Basílica de San Francisco y contemplamos su tumba.
Por fin, llegamos al destino esperado, Roma, donde tuvimos nuestra estancia más larga. El primer día paseamos por el centro, visitamos el famoso Coliseo, la Roma Imperial, Fontana di Trevi y nos quedamos encantados con sus plazas y típicos rincones.
El segundo día en Roma, nos asombró la Basílica de San Pedro y, sin duda, la visita a los Museos Vaticanos, increíblemente bonitos y llenos de sorpresas. La Capilla Sixtina, donde podríamos estar horas y horas observando sus pinturas, se llevó el primer premio.
El último día de nuestro viaje, por fin el buen tiempo nos acompañó. Por la mañana asistimos a la audiencia papal, una experiencia única y muy especial que todos disfrutamos entusiasmados. Pudimos escuchar al Papa y, además, verlo de cerca. Impresionaba ver los miles de visitantes de muchos países que, como nosotros, esperaban ansiosos las palabras del Papa.
Aprovechando las últimas horas en esta ciudad disfrutamos de tiempo libre, en el que apuramos para realizar las últimas compras.
Roma fue una de las ciudades favoritas y el menú de la cena libre lo teníamos claro: pizza italiana.
Este viaje ha sido una experiencia inolvidable, puesto que, además de profundizar en la cultura de otro país, nos ha permitido forjar nuevas amistades y reforzar las ya existentes. Esto no habría sido posible sin el esfuerzo de nuestros padres y la dedicación de los profesores que nos acompañaron.
Marina Ferrer Mata, 1ºBAT B.
Unas pocas de las mejores fotos están en la galeria de esta web.
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