El pasado 22 de enero recibió el P. José María Fernández-Corredor, director del Colegio la distinción de Caballero de la Real Orden de San Antón de Orihuela. De manos del Alcalde de la ciudad unido a la Junta de Gobierno y al Señor de San Antón fue una significativa celebración realizada en el Templo del Colegio. El P. José María hizo las palabras de agradecimiento en nombre de los otros distinguidos. 

Palabras de agradecimientoen el acto de Investiduras de la Real Orden de San Antón  de la Ciudad de Orihuela.

Orihuela, Iglesia del Colegio Santo Domingo, 22 de enero de 2017

Señoras y señores:

Agradecimiento y compromiso son las dos palabras que unido a los investidos conmigo, -Caballero de San Antón, D. Gaspar Poveda Grau; Dama de San Antón, Dª María de los Ángeles Galiano Pérez; e Institución de San Antón, el Colegio Jesús-María San Isidro de Orihuela-, brotan desde mi interior y pienso que también desde lo más profundo de cada uno de nosotros.

Gracias a la Real Orden de San Antón por esta mención honorífica a nuestras personas e Institución educativa. Gracias a cada uno de los presentes en este acto y a lo largo de toda esta Jornada de San Antón que aquí atardece; con su presencia y estima también recogen ustedes con nosotros de singular forma este reconocimiento como familiares y amigos cercanos.

Siento con mis hermanos de Orden, Caballero, Dama e Institución, que este agradecimiento que me toca a mi pronunciar es como devolver a la ciudad de Orihuela los bienes que de ella hemos recibido. Cada uno de nosotros podría describir las causas de la gratitud que ahora podemos ofrecer en este templo.

Yo estos días, en la experiencia que estoy viviendo, puedo decir que me hace vivir y sentirme como más “hijo” de esta ciudad; el encuentro con sus gentes y con los distintos estamentos, me hace amar más a un pueblo y me hace comprometerme más en el empeño de renovar y fortalecer las raíces humanas que lo construyen.

Con quince años llegué a Orihuela desde Murcia a estudiar a su Seminario en 1983, -pero recuerdo que de antes existen dos fotos en mi álbum de infancia, debo tener unos cuatro años, una está realizada en la Glorieta y la otra en la explanada de San Miguel-, volví otra vez al Seminario después como profesor y formador de vocaciones, y ahora digo que es mi “tercera época” en Orihuela al servicio de este Colegio heredero de la sabiduría y experiencia educativa de la Universidad Pontificia de Orihuela desde el año 1569.

Con los demás honrados en este acto doy gracias a esta ciudad: a su Ayuntamiento y a las diversas instituciones educativas, sociales y religiosas católicas que han contribuido a la construcción humana y espiritual de cada uno de nosotros; detrás de ellas hay rostros y nombres en el recuerdo, conocidos y personas ocultas influyentes en nuestra construcción como personas.

La segunda palabra es compromiso: la situación actual nos pide dar frutos que transformen nuestro entorno un poco contaminado en muchos de sus aspectos.

Junto al agradecimiento esta institución nos compromete hoy públicamente a renovar nuestra pasión por todo lo que es verdadero y justo. Puedo decir que queremos seguir trabajando desde donde estamos, desde los distintos medios de comunicación en sus múltiples formas como la fotografía, desde la atención cuidada al necesitado en la salud, desde las artes plásticas, desde las instituciones de caridad y desde el ámbito educativo de la escuela para contribuir cualificadamente y proponer una enseñanza integral de la persona en calidad y auténtico diálogo en libertad educativa en especial a los necesitados social, familiar, intelectual, afectivamente…

Gracias a todos y mi deseo de perseverancia para todos en construir el bien común de nuestra ciudad de Orihuela urgidos hoy por esta Real Orden de San Antón que no reúne. Muchas gracias.

José María Fernández-Corredor Soriano

 

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