Discurso de Mr. Derek Sullivan en la Graduación de BAT

Señor Director, equipo directivo, representantes de padres de alumnos, estimados compañeros, padres y familiares, queridos alumnos.

Buenas noches,

Permitidme comenzar expresando lo orgulloso que estoy de dirigirme a  todos  vosotros esta noche, y en especial a los alumnos de segundo de bachillerato. Por ello, quiero agradecer al Padre José María la oportunidad que me ha brindado. Nunca imaginé que tuviera el honor de ser la persona elegida para hacer el discurso de la graduación.

También he de reconocer lo difícil que va a ser hablar en castellano con mi acento y por eso pido disculpas por adelantado. No obstante, va a ser más difícil todavía por la emoción que siento al decir adiós a mi hija, a sus amigos y a todos los alumnos de segundo de bachillerato, y también, cómo no, a todos vosotros, padres que estáis aquí esta noche, compartiendo con vuestros hijos su graduación en el colegio.

He sido profesor toda mi vida y, si tuviera que empezar de nuevo mis estudios universitarios, lo volvería a ser. Amo mi profesión. Me encanta trabajar con jóvenes, contagiarme de su energía,  enseñar y aprender con ellos; no en vano, son nuestro futuro.

He sido un profesor con mucha suerte. Siempre he trabajado en buenos colegios. El primer colegio en el que trabajé estaba en Manchester, ciudad en la que nací, crecí  y fui a la universidad. El segundo colegio donde trabajé estaba en Londres y allí fue donde conocí a mi mujer y donde nacieron mis dos hijos. En septiembre de 2001, mi familia y yo llegamos a España, y empecé a trabajar en el Colegio Diocesano Santo Domingo, y es aquí donde he sido tremendamente feliz.

Cuando llegué a España, me preocupaba la idea de tener menos tiempo para estar con mis hijos, pero fue totalmente al contrario: he compartido todo mi tiempo con ellos, porque ambos han estudiado aquí. Y no hay día que pase sin darle gracias a Dios por esta bendición. Francamente, creo que mi trabajo, y el hecho de que mis hijos hayan estudiado aquí, son dos de acontecimientos más importantes de toda mi vida. Y agradezco al Padre Isidro que hiciera posible estas dos cosas. Él es un hombre por el que siento un inmenso respeto, agradecimiento y admiración.

Amo el Colegio Santo Domingo y amo mi profesión. Y no es la primera vez que digo esto. Lo he dicho en muchas de mis clases, a muchos de mis alumnos, durante muchos años, incluso hace un par de segundos. Pero, ¿por qué lo digo? Pues, por vosotros, porque sois el alma de este colegio, la razón por la que me gusta  mi trabajo y por la que amo Santo Domingo. Sin vosotros, Santo Domingo no dejaría de ser un edificio hecho de piedra; monumental y precioso, pero de piedra.

 

Siento que soy un privilegiado en Santo Domingo porque enseño a los alumnos desde sexto de primaria hasta segundo de BAT, lo que me ha permitido estar con cada uno de vosotros durante los últimos siete años. Os aseguro que ha sido un placer veros crecer y comprobar que poseéis las cualidades esenciales para una buena sociedad, como son el respeto, la verdad y el apoyo mutuo. También ha sido un placer compartir con vosotros todos los logros que habéis alcanzado a lo largo de estos años en Santo Domingo; logros que no son fruto de la casualidad, sino que se han conseguido, estoy convencido de ello, gracias a la inestimable ayuda de vuestros familiares y amigos, otra pieza clave para una buena sociedad, y que tanto diferencia a este país del mío.

Disfruto muchísimo con las clases, con la buena relación profesor-alumno que existe en este colegio. ¡Me da la sensación de que no estoy trabajando! Me encanta escucharos, me encanta que demostréis tan buenas cualidades a la hora de hablar inglés y, por supuesto, me encanta que hayáis copiado algunas de mis expresiones como: ‘Venge, venge’,o ‘Speaky, speaky. Nexty, nexty’ y la más importante: ‘veinte días’.

Algunos de los alumnos y profesores que estáis aquí esta noche vinisteis a casa a la Comunión de Keely.   Para nosotros fue un día inolvidable. Entonces me di cuenta de hasta qué punto los niños españoles, pueden llegar a ser simpáticos, cariñosos, divertidos y, me olvidaba ”ruidosos”, increíblemente “ruidosos” ! Durante estos años  muchos de vosotros habéis venido a casa a visitar a Keely, y también habéis invitado a Keely a vuestras casas, a pasar una noche, el fin de semana e incluso semanas enteras!! Os estoy muy agradecido por ello.

A muchos de los que estáis aquí esta noche os he conocido desde bien pequeños, con tan solo 5 ó 6 años, en las clases extra escolares. Solíamos cantar y bailar en inglés: ”The wheels on the bus go round and round, Round and round”.

Todas  y cada una de estas experiencias son inolvidables, al igual que el viaje que organizamos al campamento de inglés en Sagunto. No podía imaginarme cuánto y con qué frecuencia algunos erais capaces de comer ¡¡¡cinco comidas al día!!! Los alumnos se portaron fantásticamente aquella semana. Fueron de los mejores alumnos  en las clases  y destacaron tanto en las competiciones deportivas como en las pistas de baile. Fue increíble.

Alumnos de 2º Bat, a lo largo de vuestra vida recordareis cosas que  vivísteis en el colegio. Cosas importantes y necesarias, pero que quizás en aquel momento no entendíais  o no aceptabais. El paso de los años os permitirá entender muchas de aquellas cosas, e incluso inculcareis a vuestros hijos ideas similares. Probablemente, vuestros profesores no estaremos  ahí para ver vuestros éxitos y vuestros logros,  pero estamos seguros de que vendrán y nos sentiremos muy orgullosos por ello.

Para terminar y, en nombre de todos los profesores del colegio Santo Domingo, os deseamos toda la felicidad y éxito posible, tanto para estas próximas semanas, como para el resto de vuestras vidas. Good luck.  God bless you and goodnight.  Buena suerte. Que Dios os bendiga y buenas noches.

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