La Universidad de Alicante entregó el pasado martes 15 de abril su medalla de oro al obispo emérito de la diócesis Victorio Oliver por “su lealtad, firmeza y encarecido apoyo” a esta institución, en un acto celebrado en el Salón de Grados (actual Biblioteca) de la antigua Universidad Pontificia de Orihuela.
D. Victorio ha reconocido en la ceremonia su sorpresa por este reconocimiento, que evidencia “el valor incalculable de la unión del diálogo entre la joven Universidad y la ya antigua diócesis de Orihuela, que celebra sus 450 años de vida”.
Artífice de la vinculación histórica que ha perpetuado los derechos de sucesión de la Universidad Pontificia de Orihuela en la UA, Oliver ha recordado los numerosos momentos de encuentro entre ambas instituciones, que han consolidado un “vínculo sólido y duradero”.
Se unían “dos instituciones amigas del saber” que trabajaban siempre “a favor del hombre”, ha dicho.
Por su parte, el rector de la UA, Manuel Palomar, ha apelado a la decisiva intervención de Victorio Oliver para recibir la herencia de la antigua Universidad de Orihuela, que se materializó en junio de 1998.
El rector ha destacado el simbolismo de celebrar la ceremonia de entrega de la medalla de oro de la UA, máxima distinción que otorga la institución académica, en el Colegio de Santo Domingo, cuna histórica de la Universidad, en la que estudiaron personalidades de la talla de Miguel Hernández o Gabriel Miró.
El acto ha coincidido con la investidura de dos insignes hispanistas franceses, ambos de la Universidad de Aix en Provence y con una dilatada trayectoria de vínculos académicos y científicos con la UA: Gérard Dufour y Gérard Chastagnaret.
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