Adviento. Cuatro semanas que nos llevan en el camino interior de nuestra vida a la fiesta de la Navidad del Señor.
Nuestra vida necesita interioridad y fortaleza de ánimo. Entrar a lo profundo de nosotros mismos para pensar, reorientar, encontrar motivos fuertes para seguir creciendo en esta vida… «ir a lo más profundo de las cosas para alcanzar lo más alto como personas…».
Adviento como padres, como educadores, como alumnos nos lleva a ver en las promesas de los Profetas la ciudad nueva que el Señor está construyendo con nosotros en medio del mundo… es una ciudad donde caben todos, es el recinto de nuestra Iglesia de la que formamos parte, es el clima acogedor y exigente de nuestro colegio que nos pone metas elevadas.
Adviento puede ser simplemente dos cosas, vigilancia y esperanza activa… Vigilancia sí para no pasar deprisa, para observar qué ocurre, qué nos ocurre, y esperanza activa, la situación actual del mundo, de nuestras familias, en una perspectiva cristiana no está echada a perder, Cristo viene y está actuando suavemente desarrollando un crecimiento interior que hace bien al mundo. Adviento nos pide abrir de para en par las puertas y despertar a la fe de Dios que está en medio de nosotros. Feliz Adviento a todo el Colegio.
La imagen de María y la corona de Adviento con sus cuatro velas en la puerta del Colegio con la escucha diaria de la Palabra y la celebración del Domingo, nos lleve cada mañana a profundizar y elevar nuestra vida. Un abrazo de toda esta familia del Colegio Diocesano Santo Domingo.
La Familia del Colegio.
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