En Barcelona, hemos compartido su «espíritu».

El Encuentro Europeo de Life Teen reúne a más de 200 personas en Barcelona para dar a conocer un método de evangelización parroquial basado en el acompañamiento al adolescente, la música y los sacramentos.

«La verdad no es relativa». Así comenzaba una de las ponencias que tuvo lugar el fin de semana de 10 al 12 de marzo en Barcelona, en el marco del «Encuentro Europeo de Life Teen«. Utilizando las palabras que el papa Benedicto XVI dedicó en su alegato contra el relativismo, se llamaba a «hablar sin miedo con los jóvenes de la Verdad que nos transmite Dios» a pesar de la dificultad que esto tiene en la actualidad. Y es que Life Teen es un método evangelizador que promueve la pastoral con adolescentes desde las iglesias. Nació hace 25 años en Estados Unidos y ya es utilizado en más de 1600 parroquias de todo el mundo, 60 en España. Se trata de un método para jóvenes de entre 12 y 18 años en momentos de post-confirmación, que utiliza la música, los juegos, las pequeñas explicaciones y la oración como material de evangelización. «Se basa en dos pilares fundamentales para acercar a los jóvenes a Cristo: la experiencia mariana y los sacramentos» según comentaba Randy Raus, Presidente de Life Teen en una de las charlas.

Catequistas, jóvenes, sacerdotes, religiosos y religiosas de países de toda Europa participaron en estos días de encuentro en Barcelona. Representantes del Colegio Oratorio festivo de Novelda, del Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela, y catequistas de diferentes parroquias de la Diócesis Orihuela-Alicante asistieron a un fin de semana de convivencia y promoción de este movimiento catequético en el que se trató de dar una visión general y práctica de cómo introducir este formato para jóvenes y adolescentes en nuestras comunidades.

Apoyados en la adoración eucarística y en la misa, se trataron temas importantes para el trabajo evangelizador con jóvenes; cómo acercarlos a la eucaristía, retarles para que «sueñen alto» o las redes sociales como herramienta de conexión con los adolescentes. A este respecto Jordi Massegú, representante de Life Teen en España, se refería a las nuevas plataformas, «encontrarás algunos jóvenes en la plaza, a otros en la cancha de baloncesto, a otros en la calle… pero a prácticamente todos los encontrarás en Instagram». El joven catalán, que también realizó otras ponencias, animó a todos los presentes a crearse una cuenta en esta red social para utilizarla como nexo con los chavales de entre 12 y 18 años, «si usáis Facebook o Twitter, ¡suerte…! porque los adolescentes no están allí, tenedlo muy claro».

A pesar de que estas jornadas estaban centradas en los jóvenes, también se trató y se exaltó la función del acompañante. Denominado como «core member», (herencia del inglés en el es nativo este formato), se puso en un lugar principal al responsable del grupo. «No solo los sacerdotes o las religiosa están llamados a un ministerio, si no que los que participan de formar y evangelizar a los adolescentes también tienen el suyo», aseguraba el Padre Emili Marlés, vicario de la Parroquia del Sant Esperit de Tarrasa y precursor de Life Teen en España. También se animaba a los «core members» a «aspirar a la excelencia» a «llenarse para poder dar» y a buscar una forma atractiva de ser referencia y ejemplo para los jóvenes. «Llamar a cada joven por su nombre, preocuparse por sus aficiones, por su situación familiar… en definitiva acompañarlo en su día a día es parte primordial del ministerio que tiene el catequista» señalaba Randy Raus en otra de sus ponencias. Utilizando un símil con «Las Bodas de Canaá», Jordi Massegú explicó que, a veces, los acompañantes se sienten desanimados y solos en el camino de la catequesis. En la boda se quedaron sin vino pero «en esa celebración estaban Jesús y María, que solucionaron el problema, podían no haber estado invitados… pero si se les invitó y allí estaban. Así, tenemos que invitar a Dios a nuestra vida, dejarnos sorprender y abandonarnos. Será Él el que nos llene y nos ayude a cargar con nuestros pesares y salir adelante en nuestro ministerio con los jóvenes y también en nuestra vida».

Así también, la música es uno de los hilos conductores de las conferencias y de la vida de Life Teen. Jimmy Mitchell, orador y compositor, fue uno de los invitados estadounidenses del congreso que además de dar su testimonio y pautas para «no aburrir a los jóvenes con la catequesis» acompañó al piano el encuentro. También se contó con un pequeño coro formado por jóvenes estadounidenses, holandeses y españoles que cantaron y tocaron guitarra, teclado, violín y caja. «La música es uno de los lenguajes de los jóvenes, sabemos que estos cantos los hacen protagonistas ya que hablan de tú a tú con Cristo» señalaba Jimmy que también añadía «la belleza de la música atrae a Dios, no tengamos miedo de modernizar e innovar en ella».

Por último los asistentes, fueron enviados en la eucaristía dominical a ser como el apóstol Juan, según proclamó el celebrante Abraham Cruz, párroco de Cristo Sacerdote de Madrid donde se trabaja Life Teen con grandes resultados. «El joven Juan estuvo hasta el final acompañando al Señor y no le dio miedo la cruz de Cristo», así llamó a todos los reunidos para este «Encuentro Europeo de Life Teen” a ser valientes y a enfrentar las dificultades de la pastoral juvenil. Para finalizar el congreso se realizó una visita a la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, que sirvió como catequesis final para los allí reunidos. 

Isabel Egido Mateos

 

 

 

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