Ilustrísimo Sr. Director, Padre Miguel, Hermanas Discípulas de Jesús, miembros del equipo directivo, claustro de profesores, presidenta del AMPA, familias que nos siguen desde las distintas redes sociales y, especialmente, queridos alumnos:

¡Por fin celebramos vuestra graduación!, quién nos iba a decir en septiembre de 2019 todo lo que el destino nos tenía preparado para esta promoción de alumnos que con ilusión y temores comenzaba 2º de Bachillerato. Por aquel entonces las preocupaciones se centraban en saber si aprobaríais el curso, cómo sería la nota de la EBAU y si podríais entrar a una carrera o a otra. 

Pronto todo esto cambió, comenzamos con una DANA que inundó la comarca y el colegio, dejándonos sin clases durante unos días, continuamos con un congreso educativo que ponía al colegio como referente educativo en la provincia, nos quedamos helados cuando una compañera de promoción, Marta Sofía, nos dejó tras una dura enfermedad pero, hoy está presente entre nosotros y desde el cielo también se está graduando, y por si todo esto fuera poco un virus que venía de oriente nos confinó en casa, teniendo que terminar el curso de manera online. Todo esto impidió la realización de actos que forman parte de la vida del colegio como la convivencia, algunos viajes y la graduación al finalizar el curso en mayo. Os fuisteis del colegio con la sensación de no haber terminado vuestra tarea, os faltaba algo. 

Pero, a pesar de estas circunstancias el colegio no se olvida de vosotros, sois una promoción especial que hoy, 3 de septiembre de 2021, vuelve al colegio a realizar su graduación. La primera promoción que se gradúa después de un año fuera del colegio, una graduación de universitarios, la promoción con una gran capacidad de resiliencia que ha sabido adaptarse a las adversidades y reaccionar de manera positiva a las dificultades.

Desde pequeños siempre habéis sido especiales, que voy a decir yo si entre vosotros se encuentra mi hija, vuestras profesoras de Infantil os recuerdan como alumnos inquietos y con una chispa especial. En Primaria, concretamente en 5º y 6º comenzamos un cambio metodológico, necesario en el centro, y vosotros os adaptabais a las circunstancias colaborando y mejorando las propuestas de los profesores. Todavía hoy, tenemos trabajos vuestros que sirven de muestra para los compañeros de estos cursos. Sois valientes y atrevidos, en 5º y en 6º nos fuimos de viaje a la nieve a Teruel y, a pesar de las dificultades, aprendisteis a esquiar y esa afición ha continuado en muchos de vosotros a lo largo de vuestra etapa de Secundaria y Bachillerato. ¡Qué buenos momentos hemos pasado en Andorra!. Vuestra inquietud por aprender siguió creciendo a lo largo de la ESO y Bachillerato participando y obteniendo muy buenos resultados en concursos y certámenes. Finalmente, todos aprobasteis 2º de Bachillerato (la verdad que la pandemia y los profesores ayudaron un poco) pero esto os dio la oportunidad de presentaros a la EBAU, con unos excelentes resultados que os abrieron las puertas de las universidades.

El colegio, junto con vuestras familias, han puesto las bases de vuestra formación, no solo académicamente sino también en actitudes, valores, normas y virtudes. Bases que, posiblemente ahora no tengáis claras, pero que en un futuro recordaréis y pondréis en práctica. Es normal que aparezcan dudas, estáis en una etapa de formación donde necesitáis vivir vuestras experiencias y aprender de los errores cometidos.

No pensar que lo sabéis todo, recordar que estáis en formación y no basar vuestra vida en los resultados, tanto académicos como económicos. Muchos alumnos con buenísimos expedientes han fracasado en el mundo laboral y personal, por eso tenéis que “ser buenas personas” y recordar los valores que desde el colegio se os ha intentado inculcar a lo largo de vuestra escolarización. Lo habéis oído muchas veces en el colegio, recordar el evangelio, “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. No buscar la felicidad y la respuesta a vuestras inquietudes y problemas en las RRSS, ni en lejanas religiones, ni en sustancias, legales o ilegales, que solo os evaden de la realidad y os dan una falsa felicidad efímera.

Ser emprendedores, solidarios, colaboradores, responsables, pero sobre todo humildes, con ganas de aprender, de mejorar cada día y ayudar al que lo necesite. Con estas premisas, seréis grandes profesionales capaces de trabajar en equipo y, ya dentro del mundo laboral, poner en práctica todos estos valores y aportar vuestro granito de arena para mejorar nuestra sociedad que, cada vez más, carece de estos valores. Seguro que os encontraremos como médicos, abogados, ingenieros, docentes, empresarios, trabajadores en cualquier sector … pero sobre todo como buenas personas, orgullosos de ser antiguos alumnos del colegio Santo Domingo.

Y digo antiguos alumnos porque estoy seguro, y los datos estadísticos lo demuestran, que la mayoría de vosotros volverá al colegio dentro de unos años con sus hijos para que también formen parte de esta gran comunidad y si se da el caso, como compañeros docentes. Y recordaremos los buenos momentos vividos junto a los compañeros en estas monumentales paredes.

Muchos de vosotros ya estáis fuera de casa, en universidades de otras comunidades autónomas, o insertos en el mundo laboral. Ser responsables con las circunstancias sanitarias que nos están tocando vivir, no pensar en vosotros solos sino también en los familiares que os rodean. Y, hablando de familiares, no dejarlos de lado. Vuestros padres no son un banco que os proveen de todo lo necesario, necesitan de vuestro contacto, vuestra complicidad, comunicación continua y cariño. Vuestros hermanos, sobre todo los pequeños, recordar que sois un referente para ellos, debéis de hacerlos partícipes de vuestras experiencias. Y, por último, no olvidar a vuestros abuelos, en muchas ocasiones, ellos eran los que os traían al colegio de pequeños y colaboraban con vuestros padres mientras trabajaban, no dejarlos de lado, os han dado mucho y ahora os necesitan, necesitan de vuestro cariño, no olvidar esa llamada o visita semanal a los abuelos, os estarán eternamente agradecidos.

Como padre me siento satisfecho de la formación académica, humana y espiritual que mi hija ha recibido en el colegio.  Como docente, ha sido un placer haber sido profesor, vuestro profesor, y estaré orgulloso de veros triunfar en la vida como el maestro que ve como es superado por sus alumnos. 

Recordar las virtudes que a lo largo de estos años se han ido trabajando en el colegio, aunque ahora las podáis ver lejanas, siempre estarán en vuestra mochila y os ayudarán en vuestra vida. 

Para finalizar, acabo estas palabras con el lema de este año “Mantener el equilibrio de Cuerpo, Alma y Espíritu” que sintetizan lo que os acabo de decir.

Mucha suerte en vuestra vida y hasta pronto.

Joaquín Soto Robles.

Profesor de Educación Primaria.

]]>