Queridos hermanos:

En el marco de nuestra programación diocesana, y deseoso de seguir invirtiendo en la idea de vivir la vida como vocación, os escribo para invitaros a acoger un instrumento nuevo en favor de la vocación al matrimonio y la familia.
Nuestro querido Papa Juan Pablo II lanzó más de un llamamiento a todos los cristianos para que trabajáramos unidos por y para la familia. Benedicto XVI nos anima encarecidamente  a potenciar esta célula fundamental de la vida social, la familia, iglesia doméstica, lugar privilegiado para transmitir la fe.


Vivimos un momento en el que los ataques a la familia se suceden casi de manera continua y observamos en nuestro entorno cómo se desintegran muchas familias ocasionando dramas humanos de dimensiones incalculables.
Nuestra diócesis de Orihuela –Alicante conoce y viene trabajando el Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España,  editado por la Conferencia Episcopal en el año 2003. Fruto de esa reflexión es el Directorio de Pastoral Familiar de la Diócesis de Orihuela – Alicante, que día a día se va implantando en los diversos ambientes.

Es para mí una alegría presentar hoy la “Fundación Familia y Educación”, que nace para ayudar en la formación, promoción y ayuda a las familias, desde la antropología cristiana. Esta fundación nuestra, diocesana, tiene ámbitos o campos de actuación:

1.    Instituto de Familia y Educación (IFE), cuya misión es la formación de la familia por medio de un amplio número de profesionales de todas las disciplinas.
2.    Centro de Orientación Familiar (COF), situado en Elche, cerca del palacio de congresos, que ofrece orientación familiar, terapia personal, de pareja y familiar, y orienta en el reconocimiento de la fertilidad.
3.    Red de Familias (RF), que busca asociar a las familias para informar y dar protagonismo a las familias en la Iglesia y en la sociedad.

Os invito a acoger esta nueva Institución y a darle difusión en vuestro entorno, pues sabemos todos muy bien que, sin la familia es muy difícil vivir la vocación a la santidad, y mucho más difícil cuidar y acompañar las vocaciones específicas. Pido al Señor y deseo vivamente que esta fundación ayude a nuestras familias a ser lo que deben ser, “iglesia doméstica”, presente y futuro de nuestra Iglesia diocesana y de nuestra sociedad.
Encomiendo al Señor vuestro trabajo y la vida de toda la familia diocesana. Que Él nos ayude a vivir en plenitud la vocación a la que hemos sido llamados, por benévola gracia suya. 

“Dios no manda cosas imposibles -nos recuerda San Agustín- pero… te amonesta que hagas lo que está a tu alcance y pidas lo que tú no puedes conseguir”. Pidámoslo juntos.

Con mi saludo cordial para todos,



D. Rafael Palmero Ramos

Obispo de la diocesis de Orihuela-Alicante

]]>