“EL MÁS SANTO ENTRE LOS DOCTORES Y EL MÁS DOCTO ENTRE LOS SANTOS”
Los alumnos y profesores de bachillerato celebramos hoy Santo Tomás de Aquino (1225-1274) fiesta del patrono de los estudiantes.
Miembro de la Orden de los Predicadores, sacerdote y Doctor de la Iglesia. Dedicó toda su vida al estudio y a la enseñanza de la teología católica. Y lo hizo consciente de que así prestaba un servicio a la fe, a la Iglesia y a la humanidad.
Escribió “la Summa Teológica”, compuso el “Pangelingua” y el “Tantum ergo”, así como otros cantos Eucarísticos que se entonan hasta nuestros días. Para él no había dualidad ni oposición entre la oración y el estudio, como no la había entre la acción y la contemplación: su estudio era oración, y su oración era estudio. Como se dice bellamente de él: «oraba como si nada tuviera que esperar de su trabajo, y trabajaba con la misma aplicación que si la oración no pudiera bastarle para llegar a la ciencia más perfecta».
Es cierto que toda su vida estuvo dedicada a la formación, siendo una gran influencia en la historia de la Iglesia; pero, realmente, lo admirable de este santo fue:
Su valentía al querer seguir a Jesús a pesar de la oposición de su familia, la constancia en su deseo de profundizar en el conocimiento de Cristo y su pasión por todo lo de Jesús.
Al participar en la Eucaristía (presidida este año por el P. Mikel Uribe) pedimos al Señor con Santo Tomás: “Concédeme, te ruego, una voluntad que te busque, una sabiduría que te encuentre, una vida que te agrade, una perseverancia que te espere con confianza y una confianza que al final llegue a poseerte”. Amén
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