Discurso de Alumnos. Graduación 2º BAT.
23 mayo 2014. Claustro de la Universidad.
(Juan Carlos Ruiz Serna)
Buenas noches profesores, familiares y compañeros.
Quizás lo lógico sería empezar por el principio, por esos primeros pasos que dimos entre estos muros, y continuar enumerando año a año, curso a curso y momento a momento hasta llegar al día de hoy, pero solo sería otro discurso más, palabras que con el tiempo terminan olvidándose a pesar de no perder su significado.
El día de hoy es el futuro de ayer, y el pasado de mañana, y por mucho que nos empeñemos en decir que no, si, nos toca despedirnos de nuestra segunda casa durante los últimos 15 años, para otros un poco menos. De lo vivido aquí dentro nos lo llevamos todo, tanto los buenos como los malos momentos, porque ambos han forjado las personas que somos ahora, y tendrán su repercusión con toda seguridad en las decisiones que tomemos más adelante.
Tal vez esta promoción no sea la mejor académicamente hablando, pero puedo decir desde mi experiencia, que después de tanto tiempo compartido con estas fantásticas personas eso es lo de menos, se me hace imposible decir que son únicamente mis compañeros, porque son más que eso, son mi familia, son mi apoyo los lunes a las 9 de la mañana, y mis ganas de planear algo que hacer a las 5 y media, son la viva imagen de las palabras “iniciativa y esfuerzo” que junto a la ayuda de nuestro queridísimos profesores, a los que tanto les debemos, han conseguido sacar lo mejor de nosotros mismos, tanto en el ámbito académico como en el personal.
Hace tan solo unos días, yo mismo no era consciente de como podía haber pasado el tiempo tan rápido, como se podían haber evaporado tantos años en apenas un pestañeo, y ya era el momento de enfrentarme a mi futuro. El hecho de tener que resolver preguntas como ¿Qué voy a estudiar? o quien quiero ser en la vida, a priori planteaban un gran problema, pero nada más lejos de la realidad. Pensando en como redactar este discurso, buscaba una palabra que pudiese definir a la perfección a “mi familia”, y no se me ocurrió otra que “Personalidad” ya que tal vez, lo lógico no sea buscar el que seamos alguien en la vida y si seguir siendo nosotros mismos, puesto que visto lo visto no nos ha ido tan mal.
Puede que parezca tópico decir, que nunca en mi vida he visto a personas que trabajen con tanta pasión en lo que hacen como las que hay hoy aquí sentadas, pero el simple hecho de pensar que nos separamos, que nuestras vidas toman caminos distintos, es motivo suficiente para ver el vaso medio lleno, y no tomar este punto, como referencia del fin de una etapa encantadora de nuestra vida, sino como el principio del resto de ella, como hicimos hace ya tiempo sin pensar en la trascendencia que ello iba a tener. Hoy más que nunca es el momento de seguir creyendo, de seguir soñando alto, de pensar que el único límite que tenemos somos nosotros mismos y ya lo hemos superado varias veces, de que nuestras metas son cuestión de tiempo y mucho trabajo, dejando atrás esta etapa que nos ha dotado de la confianza suficiente para salir a comernos el mundo.
Por último me gustaría agradecer tanto de parte mía como de mis compañeros la labor del profesorado, pero en especial a nuestra tutora, esperemos que no nos falten cero puntos y acabemos estudiando en la UMH como todo el mundo.
Buenas noches y muchas gracias.
(Inma Jiménez López)
Muy buenas noches, me emociona ver la cantidad de personas que, en esta celebración tan especial, nos acompañan.
Como ha dicho mi compañero, lo esperado sería enumerar año tras año y curso tras curso vividos en el que es nuestro segundo hogar, el colegio. Sin embargo, prefiero abrir mi corazón y, con sinceridad, explicar aquello que siento.
A nadie le gustan las despedidas. Pues estas suelen ser tristes y difíciles, y más complicadas resultan cuando dices adiós a personas con las que compartes tu día a día. Mis compañeros son el “buenos días” de todas las mañanas, o el “venga que queda poco, vamos a por ello” durante las duras semanas de exámenes. Ellos son las personas con las que me río, con las que discuto y con las que hago planes. La cantidad de horas que pasamos juntos es la que ha hecho que nuestras vidas queden marcadas con anécdotas inolvidables, imposibles de borrar.
Por todo ello, si tuviera que describirles en una sola palabra, esta sería PASIÓN. PASIÓN al hacer lo que nos gusta, PASIÓN al luchar para conseguir aquello que queremos, PASIÓN al intentar que todos al nuestro alrededor se sientan a gusto y sonrían con nosotros.
Porque quizás, no hayamos destacado por nuestros resultados académicos, pero estoy segura de que si por algo se nos recordará será por ser cercanos, divertidos y probablemente algo alocados. Porque, sí, adoramos escaquearnos de clase y pasearnos, nos encanta estar en medio de los pasillos hablando con nuestros amigos, nos resulta imposible parar de hablar y no podemos evitar preguntarle a los profesores cómo les fue la universidad para perder esos 15 minutitos de clase.
Solo soy una alumna más que representa a su clase junto a otros tres compañeros. Leo un discurso escrito a ratos antes de ir a dormir. Pero, no me gustaría que nuestro paso por aquí fuese algo que se olvidara fácilmente, pues nosotros lo recordaremos siempre. Ha sido algo clave en nuestras vidas. Me encantaría que todos los que escucháis estas palabras recordarais, por un instante, aquel momento en el que acabasteis el colegio y en el que millones de mariposas invadían vuestro estómago al pensar cómo sería aquel nuevo cambio hacia lo desconocido al que mis compañeros y yo nos enfrentamos.
Para terminar, me dirijo a mis compañeros. Os doy las gracias porque a pesar de las diferencias y discusiones en este año de nervios hemos permanecido unidos. 2º de bachiller ha sido un año que quedará marcado es mi para siempre, por ello espero que esto no sea nada más que un hasta luego. Y recordaos chicos que, no importa la intensidad de la tormenta que nosotros siempre bailaremos juntos bajo la lluvia.
Muchísimas gracias.
(Beatriz Sánchez García)
Buenas noches.
Todos recordamos viejas anécdotas de nuestro transcurso en el colegio, verdaderas joyas que por siempre permanecerán en nuestra memoria. A veces incluso tratamos de enumerarlas, pero es completamente imposible. Porque detrás de cada uno de esos pequeños niños uniformados que empezaban el colegio había un futuro adulto con espíritu ilusionado. Un niño que tan solo se preocupaba por salir el primero al recreo para jugar con sus compañeros en el patio de “La Peña”.
Hemos pedido hasta cien veces la “peliculita” en vez de dar clase o entonado todos juntos la canción de la foca Mariflor. Hemos forjado amistades, enlaces casi inquebrantables entre muchos de nosotros.
De hecho, creo que a todos nos vienen cientos de imágenes de nuestra etapa vivida en el colegio. Y es quizás en los últimos días cuando te das cuenta de que todo esto se acaba, de que no volverás a dirigirte como cada día a la puerta del colegio, de que no volverás a recorrer esos largos pasillos que tantas historias conocen, de que esto puede significar que no volverás a ver a algunas personas al menos en bastante tiempo, y de que aunque nos dé miedo salir de esa rutina segura, debemos abrir las alas para salir del nido que nos ha acogido durante tantos años.
Por ello, día a día permanecen presentes esas ganas de actuar juntos por construir un futuro, en muchas ocasiones incierto. A pesar de que implique riesgos y signifique la lejanía de nuestros caminos, una semilla incipiente ya ha sido plantada en nuestros corazones, y pocos obstáculos serán capaces de franquear sus barreras.
Esto no sería posible sin la ayuda de muchas personas.
Gracias a todos los que nos han ayudado en esta gran tarea de crecer, en especial a los padres y profesores, por supuesto sin olvidar al resto de personal que ejerce el cuidado de nuestra casa. Ellos han contribuido a la difícil labor de guiarnos hacia nuestro futuro. Sin los que en muchas ocasiones nos hubiera resultado imposible afrontar ciertas situaciones, con los que hemos aprendido, y gracias a los cuales podemos añadir muchas entradas a nuestra lista interminable de anécdotas.
Me gustaría añadir una palabra: Ilusión. Ese es el término, que junto con personalidad y pasión (como han señalado mis compañeros), define a nuestra promoción. Es la ilusión puesta en los proyectos que ya hemos recorrido juntos, la ilusión por lo que actualmente estamos viviendo y la ilusión de emprender un nuevo ciclo.
Si me permiten voy a remitirme a una cita del conocido cuento de “El Principito”: “Lo que me emociona tanto en este principito dormido es su fidelidad por una flor, es la imagen de una rosa que resplandece en él como la llama de una lámpara, aun cuando duerme…” Quisiera aplicar esta cita como una metáfora con respecto a nuestro paso por este colegio; donde, pese a que cada uno persiga diferentes objetivos en nuestras respectivas vidas, siempre llevaremos impregnado en nuestro interior ese magnífico tiempo que hemos pasado juntos, las anécdotas que recodaremos, las risas (sobre todo risas), los llantos, las ilusiones… Porque siempre acabaremos volviendo de alguna forma a este templo educativo, retornando como antiguos alumnos o simplemente recordando lo vivido en el colegio Diocesano Santo Domingo. Siendo verdaderamente nuestra segunda casa, un lugar familiar, que no solo ha albergado durante años la formación académica de las distintas generaciones, sino que nos ha formado como personas.
Pues, como en el Principito permanece ese amor hacia la rosa, se mantendrá nuestro amor por el colegio siempre latente en nuestro interior.
Buenas noches a todos.
(Pablo Guillén Rodríguez)
Como bien sabéis esta es una noche muy especial para nosotros, ,si, hoy es nuestro gran día, el día que tanto tiempo llevábamos esperando. Esta noche todos sentimos una combinación de emociones y sentimientos contrarios, por una parte una enorme alegría por haber alcanzado nuestra meta aquí, pero también pena por dejar atrás tantos momentos y experiencias vividas dentro de nuestro colegio con nuestros compañeros y profesores.
Que puedo decir de mis compañeros, son un grupo de personas increíbles, son auténticos, divertidos , luchadores, bromistas, inquietos y por supuesto son un ejemplo de saber estar cuando se les requiere y cuando las cosas se han puesto difíciles.
Nosotros somos como hermanos, a veces nos peleamos y chocan nuestros caracteres pero hemos estado ahí para apoyarnos cuando aparecían nuestras debilidades y esta unión nos ha hecho muy fuertes.
Y todos estos aspectos y características que nos definen se pueden resumir en una palabra ,Equilibrio , eso es lo que somos un grupo de gente unida y genial formando un gran puzzle que se llama 2º de Bachiller. Gracias por todo compañeros.
Los profesores… han estado ahí, al pie del cañón día tras día esforzándose al máximo por formarnos académicamente de la mejor forma posible y mucho más importante que esto, nos han hecho personas de bien , aportándonos unos valores que nos servirán para toda la vida y siempre predicando con el ejemplo.
Es cierto que a veces tenemos nuestras discusiones con ellos, y otras veces hasta nos suspenden.. pero aún así los queremos muchísimo, es por esto que les cantamos y tocamos la guitarra de juguete cuando entran a clase.. o que alguna profesora haya sido coronada princesa…
No me canso de decir lo que os queremos y lo agradecidos que os estamos, desde la señoritas de infantil, profes de primaria, de la ESO y cómo no los profesores de Bachiller.
Vosotros sois un pilar fundamental de nuestra vida.
Ahora toca mencionar a nuestros padres y familias..
Y la verdad se me ocurren mil cosas que agradecerles..
pero en primer lugar esta noche cabe resaltar la decisión tomada por nuestros padres de matricularnos en el Colegio Diocesano Santo Domingo ,para los que entraron siendo mayores sería una decisión de consenso, pero para los que entramos siendo niños no, así que gracias a todos los papás y mamás por habernos traído a este colegio de verdad que tomasteis la mejor decisión.
Gracias por la paciencia que habéis tenido siempre con nosotros y por el apoyo que nos habéis dado siempre, desde que queríamos ser futbolistas, toreros, princesas y astronautas, hasta ahora.
Pero que nos graduemos y que nos hayamos hecho mayores no quiere decir para nada que nos tengáis que dejar de cuidar y mimar eh! … nosotros siempre seremos vuestros niños pequeños.
Para concluir y resumiendo agradecer a todas las personas que se han cruzado en nuestro camino y que de una manera o de otra han colaborado en que todos estemos hoy aquí, recordar a compañeros que empezaron con nosotros y se quedaron atrás, a nuestros seres queridos que se fueron pero que siempre estarán con nosotros.. a las tutoras y a todos los presentes.
Hemos construido durante estos años ladrillo a ladrillo nuestros cimientos y ahora estamos preparados para lo que venga.
Y como bien sabéis en actos y graduaciones los discursos cuanto más cortos mejores.
Buenas noches y muchas gracias.
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