D. Ildefonso Moya Martínez agradeció en nombre de todos los homenajeados el reconocimiento de la Diócesis por tan distinguida mención. Señaló que todos los que recibían la insignia “Pro Ecclesia Diocesana”, aunque provenían de diferentes ámbitos personales y culturales, tenían una característica en común: una vida dedicada al servicio a los demás.
Haciendo gala de su humildad, dijo recibir tal distinción en nombre de todo un equipo de sacerdotes y seglares quienes, por encargo del entonces Obispo de la diócesis D. Pablo Barrachina y Estevan, cimentaron las bases de lo que hoy es nuestro Colegio. Buscaron como fin único, la excelencia educativa.
Alabó el trabajo realizado por las generaciones posteriores de directivos del Colegio, que han sabido adaptarse a las diferentes reformas educativas, manteniendo el nombre de Santo Domingo como referente en el ámbito educativo regional.
Finalizó su intervención agradeciendo, en nombre propio y de los premiados, el apoyo recibido por sus familias a lo largo de los años y al Señor Obispo Mons. D. Jesús Murgui Soriano su presencia en tan emotivo acto.
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