Merece la pena pararnos un poco a ver nuestro alrededor. Rincones olvidados que viven la tragedia diaria de la guerra, la hambruna, la sequía… Entre tanto, personas que entregan su vida al servicio de los demás, como acto supremo de Amor.
Un centro de salud en una remota región muy azotada por el sida, un internado para que estudien los más desfavorecidos y un colegio de niños discapacitados son tres pequeños ejemplos de la inmensa labor que llevan a cabo las congregaciones de religiosas en Zambia. (Haz clic en la imagen para ver el vídeo)
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